‘150 años de Alicia’
¡¡Salud queridos tranviarios!!
Una semana más aquí nos tenéis,
dispuestos a sacar El Tranvía de
cocheras para nuestro habitual recorrido por las ondas de Radio Villalba. En este nuevo trayecto con una grata sorpresa, tras
un largo paréntesis, Joaquín del Val
retoma su Agencia de Viajes.
Dice que, entre otras cosas, nos
hablará de los sueños, suponemos que
por ser una forma económica y rápida de viajar (en general duran menos que, por
ejemplo, un viaje trasatlántico). Y se puede soñar con tantos lugares como la
imaginación del subconsciente esté dispuesta a llevarnos: museos con pinturas
imposibles, nubes que tapizan abruptas cordilleras, ríos que atraviesan parajes
desolados o ciudades que nadie, ni siquiera sus constructores, han pisado
nunca. El catálogo es infinito y no hay ofertas para grupos ni familias. La Agencia garantiza la ida, pero no la
vuelta.
Estamos encantados de tenerle de
nuevo entre nosotros, regalándonos con esos escritos con los, que mes a mes,
nos sorprendió tan gratamente durante una buena temporada.
¡¡¡Bienvenido!!!
En este trayecto queremos celebrar el
nacimiento de uno de libros imprescindibles de la Literatura Universal. Este año
se cumple el 150 aniversario de la publicación de Alicia en el país de las
maravillas, con este motivo todos los textos que Ali Ciente y YoNi LoKato
os leerán, estarán dedicados a este libro. En nuestro apartado cinematográfico
escucharemos alguna secuencia de esta mágica historia que tantas veces se ha
llevado a la pantalla. Con este motivo el escritor argentino Alberto Maguel escribía este
interesante artículo en el diario El País
que queremos compartir con vosotros:
“El 4 de julio de 1862, el reverendo Charles Lutwidge Dodgson,
profesor de matemáticas en Oxford, anotó en su diario que, acompañado de su amigo,
el señor Duckworth, había llevado a las tres niñas Liddell en
una pequeña barca a tomar el té a orillas del Támesis cerca de Godstow. Las
niñas —Lorina, Edith y Alicia— eran hijas del decano de Christ
Church, y a las tres les encantaba escuchar las historias que el reverendo
Dodgson les contaba, armando argumentos estrafalarios a partir de las
interrupciones, comentarios y sugerencias de las niñas. Esa tarde, Dodgson
decidió que la protagonista de la historia fuese Alicia,
quien acababa de cumplir los diez años. A medida que iba desarrollándose el
argumento, el asombro del señor Duckworth ante el maravilloso cuento fue
tal, que le preguntó a su amigo si en verdad estaba improvisando. “Sí”, le
respondió Dodgson, también él sorprendido, “lo estoy inventando
paso a paso”. En tales milagrosas circunstancias nace Alicia en el País
de las Maravillas.
Representación teatral de 'Alicia en
el País de las Maravillas', en Londres hacia 1900.
|
A pedido de la niña, Dodgson volcó la historia al papel con
el título de Las aventuras de Alicia bajo tierra acompañándola de sus
dibujos. En 1865, la editorial Macmillan de Londres publicó el libro bajo
el título con el cual es conocido, firmado por Lewis Carroll y
con las ilustraciones del dibujante satírico John Tenniel.
Seis años más tarde, en la Navidad de 1871, apareció el segundo volumen de las
aventuras de Alicia. A través del espejo. Los dos libros forman parte de
la pequeña biblioteca de obras esenciales de la humanidad y, como casi todas
las otras —La Odisea, La Divina Comedia, El
Quijote, Moby Dick— son la crónica de un viaje.
La francesa Rébecca Dautremer (Gap, 1971) dibujó una Alicia misteriosa y morena, más fiel al modelo original de Alice Liddell que a las versiones almibaradas popularizadas por la factoría Disney. |
Si creemos la versión de los hechos
narrada por el mismo Dodgson, y también por el señor Duckworth y Alicia (ya
mayor contó muchas veces las circunstancias del nacimiento), podemos
preguntarnos de dónde surge y en qué consiste la inspiración poética que da a
luz una obra maestra de una invención tan asombrosa y una lógica tan impecable.
Nada conocemos de la composición de Gilgamesh y de la Odisea pero
podemos imaginar que generaciones de recitadores pulieron estos poemas y los
alteraron; suponemos (la sugestión es de Ossip Mandelstam) que
Dante, privado de sus libros en su largo exilio, garabateó y destruyó
docenas de esbozos de su obra antes de enviar los cantos acabados a su
protector, Can' Grande della Scala; sabemos (o creemos saber) que Cervantes
quiso escribir una novela ejemplar más, pero que ésta se empeñó, contra los
deseos de su autor, en ser otra cosa, más ambiciosa y arriesgada; conocemos las
muchas etapas de la laboriosa invención de la ballena blanca y su perseguidor,
antes de que Melville se decidiera a dar a la imprenta la versión
que juzgó satisfactoria.
Así la dibujó a Alicia el belga Xavier Collette en la novela gráfica, con guion de David Chauvel, publicada por la editorial Glénat (ya desaparecida) en 2010. |
Pero en el caso de Alicia, ¿en qué selva oscura —como la
del bosque sin nombres— halló Dodgson los seres que habitan sus
mundos? ¿Qué voces secretas —como la del melancólico jején en A través
del espejo— dictaron al reverendo Dodgson su extraordinaria pesadilla? Dante
confiesa a sus lectores que no es sino el “escriba de Dios” y que Apolo es
quien lo guía, pero del misterioso espíritu que soñó para Dodgson las
aventuras de Alicia no sabemos nada, salvo que la obligó a
lanzarse en un viaje espiritual en el que lo absurdo se une a lo trágico, como
en todas nuestras vidas.
Espíritu burlesco
En la literatura española, los viajes
espirituales encuentran sus manifestaciones en la poesía mística y en la novela
picaresca. En la literatura inglesa (quizás por la obligación de ser explícito
impuesto por la Reforma) estos viajes son por lo general didácticos. El Pilgrim's Progress de Bunyan, el
Ancient Mariner de Coleridge, los Viajes de Gulliver de Swift, son
obras maestras que no ocultan su voluntad de impartir una lección y acaban con
una moraleja. Es quizás para evitar esa trampa, que Dodgson no
se propuso a sí mismo como protagonista de su Comedia si
no que cedió ese lugar a Alicia; es como si Dante, en
lugar de declararse el peregrino de su crónica otorgase ese rol a Beatriz, su
inspiradora.
Los libros de Alicia, más que enseñar, se burlan de
los rituales de la enseñanza, como en el examen al que Alicia es
sometida por las Reinas Blanca y Roja (“¿Cómo se dice turulululú en
francés?”. “Turulululú no es una palabra española”, Alicia
responde con toda seriedad. “¿Quién dijo que lo era?”, contesta la Reina
Roja.)
Y en cuanto a extraer una moraleja de la historia, la reductio ad absurdumde la
Duquesa (“Todo tiene una moraleja, con tal de poder descubrirla”) aniquila
para siempre toda voluntad literariamente dogmática que un crítico intentase
hallar en las obras de Carroll.
Reproducción de dos páginas del manuscrito original de "Las aventuras de Alicia bajo tierra", escrito por el reverendo Charles Lutwidge Dodgson (futuro Lewis Carroll) a petición de Alicia Liddell. |
Leídos de niño, los libros de Alicia reflejan el asombro y el miedo
de la infancia; leídos en la adolescencia, la indignación ante la idiotez e
hipocresía de los adultos. Luego vienen las Alicias mayores que se rebelan ante la
injusticia (como cuando el Mensajero del Rey es condenado por un crimen que
quizás no cometerá nunca), ante la codicia y el despotismo de los que gobiernan
(como cuando la Reina afirma que “habrá mermelada ayer y
mermelada mañana, pero nunca mermelada hoy”), ante el egoísmo de nuestros
congéneres (como cuando el Sombrerero Loco se rehúsa a hacer lugar en la mesa
para muchos comensales), ante la aparente insensatez del mundo (“No puedes
evitar andar entre locos”, le dice a Alicia el Gato de Cheshire. “Somos
todos locos aquí”.) Hay obras que nos guían, nos iluminan, nos fortalecen, nos
hacen más inteligentes, sin decirnos jamás cómo lo hacen ni por qué. Estas
obras existen, en medio de nuestras infamias y fracasos, como una milagrosa
prueba del poder de la inteligencia humana. Entre ellas se destacan,
resplandecientes, los libros de Alicia.”
Para disfrutar de todo ello sólo tenéis
que coger un billete para El Tranvía
que el próximo domingo saldrá puntual de su parada inicial de Radio Villalba, a las 19:30 h., y llegará a su final de
recorrido a las 20:30 h. sintonizando el 107.4Fm o, simultáneamente, si
entras en nuestro blog donde, gracias al BOX
que veis aquí al lado, puedes escuchar todos los trayectos.
¡¡¡Saludos hertzianos!!!
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