Un saludo para nuestros queridos tranviarios. Una semana más aquí nos tenéis, dispuestos a sacar un domingo más El Tranvía por las ondas de Radio Villalba. En este nuevo trayecto queremos recordar a uno de nuestros viajeros que más se han prodigado en nuestro programa. El próximo 26 de agosto se cumple el centenario del nacimiento de ese gran cronopio que fue Julio Cortázar, como Radio Villalba no emite ese mes por las razones que ya todos sabemos, hemos decidido preparar los dos últimos programas de la temporada a este sinigual escritor, dedicando e l primero a su persona, a través de entrevistas grabaciones y escritos, y el segundo repasando su extensa obra.
Julio Cortázar con su gata Franelle
Julio Florencio Cortázar nace en Bruselas el 26 de agosto de 1914, abandonado por su padre, Cortázar se cría con su madre, su hermana, su tía y su abuela. A los nueve años, ya había escrito una novela. En 1938 publica bajo el pseudónimo de Julio Denis, el poemario Presencia. Cortázar recorrió Argentina impartiendo clases antes de alcanzar renombre internacional por su obra literaria, mantuvo esta actividad en varias instituciones hasta 1945, que obtiene una beca del gobierno francés y viaja a París, donde comienza a trabajar con un distribuidor de libros y como locutor radial, trabajo que perderá debido a su acento. En 1951 publica Bestiario, su primer libro de cuentos.
Durante años, el modo de sustento de Cortázar provino de sus traducciones. Primero, en la prensa argentina, y posteriormente en la UNESCO, Cortázar se entregó a la labor con la misma intensidad que a la literatura. Tradujo a Gide, Chesterton, Daniel Defoe y Henry Bremond, pero el golpe de gracia vendría con las traducciones de la obra en prosa de Edgar Allan Poe y Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar. “Pienso también que lo que me ayudó fue el aprendizaje, muy temprano, de lenguas extranjeras y el hecho de que la traducción, desde un comienzo, me fascinó. Si yo no fuera un escritor, sería un traductor”. En 1961 aparece la primera traducción de una obra de Cortázar: la editorial francesa Fayard publica Los premios. El año siguiente ve la luz Historias de cronopios y famas, en la editorial Minotauro de Buenos Aires, y en 1963 lo hará Rayuela.
La explosión de Rayuela impresionó no sólo a la crítica y al público lector, sino además supuso toda una revelación para millares de jóvenes que se asomaban por primera vez a la literatura. Así lo dice el mismo Cortázar:
“A mí se me ocurrió intentar un libro en el que el lector, en lugar de leer el libro consecutivamente, tuviera varias opciones. Cuando terminé “Rayuela” pensé que había escrito un libro de un hombre de mi edad para lectores de mi edad, y la gran maravilla cuando se publicó en Argentina y en toda la América Latina, es que encontró sus lectores en los jóvenes, en quienes yo jamás había pensado directamente al escribir este libro. Los verdaderos lectores de Rayuela han sido los jóvenes. Y ese fenómeno se ha venido manteniendo a lo largo de los años. Esa es la gran maravilla de un escritor: saber que ha escrito un libro pensando que hacía una cosa que correspondía a su edad, a su tiempo y a su clima, y descubrir de pronto que planteó problemas que son de la generación siguiente. Esa es para mí la gran recompensa, la justificación total de Rayuela".
Julio Cortázar
Cortázar mantuvo desde siempre un compromiso con la política, en 1961 comenzó sus viajes a Cuba y descubrió cómo “La revolución cubana me mostró entonces el gran vacío político que había en mí, mi inutilidad política”. Así, años más tarde, en el prólogo de Libro de Manuel, afirma que “Más que nunca creo que la lucha en pro del socialismo latinoamericano debe enfrentar el horror cotidiano con la única actitud que le dará la victoria: cuidando precisamente, celosamente, la capacidad de vivir tal como la queremos para ese futuro, con todo lo que supone de amor, de juego y de alegría”. Poco antes de fallecer, El 12 de febrero de 1984, publica su libro de poemas Salvo el crepúsculo. Está enterrado junto a Carol Dunlop, su última pareja, en el cementerio parisino de Montparnasse donde siempre hay algún detalle para el gran maestro de los cronopios.
Julio Cortázar con la fotógrafa Carol Dunlop, su último gran amor
El formato de estos dos últimos trayectos de la temporada será especial, pues nos dedicaremos exclusivamente a leer las opiniones de Cortázar y su obra, sin hacer comentario alguno. La música que sonará en El Tranvía será la que se ha visto reflejada en la obra de Cortázar, fundamentalmente jazz y blues. Para compartir con nosotros esta experiencia, sólo tenéis que coger un billete para este Tranvía que recorrerá las ondas de Radio Villalba el próximo domingo entre las 19:30 y las 20:30 sintonizando el 107.4 de la Fm si estás en la Sierra Norte de Madrid, o, simultáneamente, entrando en este blog a través del BOX situado en la parte superior a la izquierda de la página.
¡¡¡Saludos hertzianos para todos!!!
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