jueves, 29 de junio de 2017

TRAYECTO 556 2 de julio de 2017

¡Queremos tanto a Camarón!

¡Salud queridos tranviarios! Esperamos que estéis disfrutando de este comienzo de verano, nosotros a lo nuestro, que es sacar El Tranvía de cocheras el próximo domingo, para un nuevo viaje por las ondas de Radio Villalba. En esta ocasión queremos  hacer un trayecto absolutamente flamenco, pues el domingo, día 2 de julio, se cumplen 25 años de la muerte de un cantaor imprescindible para comprender el cante jondo de la segunda mitad del siglo XX: José Monje Cruz, Camarón de la Isla.

Foto Alberto García-Alix
Para la ocasión contaremos con la inestimable colaboración de Antonio Valentín, antiguo colaborador de Radio Villalba, creador de Gitanitos y Morenos, para nosotros el mejor programa que se ha hecho, hasta la fecha, en esta radio. Durante trece años nos estuvo regalando con esa prodigiosa sabiduría musical de la que es poseedor. Trece años de grandes entrevistas, monográficos de Flamenco, Jazz, Blues,… Gran conocedor de las andanzas de Camarón, nos traerá actuaciones estelares inéditas, de las que disfrutaremos en este viaje. Desde este blog te damos las gracias por acercarnos un poco más al gran maestro.
¡¡Gracias Sr. Valentín!!

Pintura de Antonio Valentín
Nacido en San Fernando en 1952, es considerado uno de los mejores cantaores de flamenco de todos los tiempos y  un revolucionario del cante que contribuyó  al renacer del  género transformándolo desde dentro, aunque respetando sus esencias más genuinas y haciéndolo más asequible para el público en general. ¡Cuántos de nosotros entramos en ese mundo gracias a este maravilloso genio!
Hijo de un herrero gitano, Luis Monje, que murió siendo él un niño, y de una canastera, Juana, sintió desde niño la afición por el mundo de los toros, pero vio que no era lo suyo y se inclinó por el cante, algo habitual en su familia, su cante causó la admiración en todo aquel que le escuchaba. Su paso por las escuelas fue muy breve, muy pronto comenzó a trabajar en la herrería de su padre, a la vez que cantaba para ganar algún dinero con el que contribuir a la  economía familiar. Uno de los locales que más frecuentó fue la Venta Vargas, donde Manolo Caracol  reconoció su talento y  le animó para que se presentara, en 1962, al concurso de cante flamenco del Festival de Montilla, el cual ganó, con lo que se inició su vida como cantante profesional, dejando definitivamente atrás su infancia.

Aprendí a cantar en la Isla. Recuerdo que cuando era chico mi madre cantaba, y lo hacía de tal forma que hasta el sueño perdía. Después esos cantes los grababa en mi memoria y los cantaba por todas partes. Todavía canto algunos de ellos. Mi padre también cantaba.”


El niño Camarón, en un concurso radiofónico

A los dieciséis años, la compañía de Miguel de los Reyes le llevó a Madrid, donde durante mucho tiempo estuvo contratado en un tablao llamado Torres Bermejas. Muchas noches, de madrugada, Camarón continuaba cantando en El Palomar, una antigua venta en las afueras de la capital. Fue en Madrid  donde conoció a Paco de Lucía, con quien compartió una buena parte de su carrera artística, grabando un total de ocho discos entre 1968 y 1977. Su primer elepé, Al verte las flores lloran, en 1968, marcaría la tónica de sus primeras grabaciones, en las puso su máximo empeño en seguir la tradición del cante clásico respetando  la tradición.

'Yo conocí a Paco de Lucía en Jerez. No me quería tocar la guitarra. Estábamos en una fiesta con los Domecq. Iba yo con Rancapino y entré allí. 'Que cante, que cante'. 'Ea, que va a cantar un poquito este chiquiyo...' Entonces me conocían por El Pijote. Le dijeron a Paco que me tocara y Paco le decía a Cepero: 'Tócale tú'. Y Cepero decía: ‘Tócale tú', Y yo decía: 'Pues no tocarme ninguno que yo me voy a tocar'. Y me toqué yo y canté yo y acabé con todos. Y después, me fui yo solo por ahí. Lo menos tres días después, vi otra vez a Paco y al final nos enrollamos. Hace muchos años que canto con él y que somos amigos'.

Camarón con Paco de Lucía

Con ese espíritu inquieto buscó otros horizontes para su arte, siendo en 1979 cuando realizaría la primera grabación sin Paco de Lucía, La leyenda del tiempo, obra clave para entender su particular universo creativo, y el primero que grabaría con su amigo Tomatito a la guitarra, fue una auténtica revolución en el mundo del cante, pero también sufrió por las voces críticas que le censuraban que había traicionado la ortodoxia. Se cuenta que hubo seguidores que, tras escuchar el disco, acudían a las tiendas para devolverlo porque “ése no era Camarón”. Producido por Ricardo Pachón,   de la ortodoxia de guitarra, palmas y coros para introducir elementos lejanos a los palos clásicos del cante, como el rock, el jazz,… incluyó instrumentos hasta ese momento desconocidos en un disco de cantaores: bajo, batería, percusión, piano Fender, teclados, guitarra eléctrica, cítara…

'Cuando salió el disco La Leyenda del Tiempo, creí que la gente lo iba a criticar, que tal esto y tal cual, pero cuando lo escucharon bien, dijeron que era un disco distinto, pero que era un disco que estaba muy completo, muy bien. Es otra onda. Cada disco tiene una onda. Ahora, a los viejos, les ha venido muy bien este disco de Flamenco Vivo, porque ahora empiezan a decir ellos que así es como tiene que cantarse. Y no saben que lo otro es que está uno innovando, ¿no?, renovándose. No se puede quedar uno estancado'.

Ricardo Pachón, Camarón y Raimundo Amador durante la grabación de La leyenda del tiempo
 
A partir de ese momento Camarón presentó dos caras: una más comercial, la que ofrecía en sus grabaciones, que poco a poco iban siendo conocidas en gran parte del mundo; y otra más gitana y sobria, la de sus actuaciones en directo. Así, mientras sus discos eran consumidos por un público más abierto y heterodoxo, sus apariciones en los festivales se convertían en auténticas fiestas en las que el público, en su mayoría gitano, asistía con auténtica devoción y fervor casi místico.

'El jazz se parece mucho al flamenco porque el música del pueblo, porque son raíces. Las raíces son buenas aquí y son buenas allí, pero yo cuando canto, me acuerdo de los gitanos, de lo mío'.


El fenómeno fue en aumento, y en aquellos festivales donde aparecía, como en el prestigioso Cante de las Minas de la Unión de 1983, sus seguidores, que eran ya multitud, asistían embobados al espectáculo de un Camarón entregado hasta la extenuación en su cante, aunque una vez acabada su actuación, generalmente terminada con un delirio de aplausos y vítores, y un cantaor abandonando el escenario en plena catarsis, los espectadores se iban ruidosamente de la sala, sin respetar al siguiente artista.

'A Tomate lo cogí yo con dieciséis años y tiene ya veintitantos, ¿no? Lo he hecho un hombre. Hubo una época cuando empecé a cantar que me tocaba (Paco) Cepero, pero quería que cogiera una línea que no era la mía y yo siempre he hecho lo que he querido. De ahí partieron las distancias. Yo seguí a lo mío y él a lo suyo. En aquellos años primeros, en Torres Bermejas, con Cepero me entendía mejor que nadie. Para lo flamenco, para un cuarto, no para un público cuando hay que tocar más comercial. Tomatito tiene la onda más moderna. Yo he ido progresando a un tono raro y esto lo ha entendido muy pronto'.

Camarón con Tomatito en Madrid, 1988

En 1989, entre marzo y septiembre, grabó en Sevilla y en Londres el disco Soy gitano, con la Royal Philarmonic Orchestra y en el que colaboró Ana Belén cantando a dúo Amor de conuco una canción compuesta por Juan Luis Guerra. Su última actuación pública tuvo lugar el 26 de enero de 1992, en el colegio mayor San Juan Evangelista de Madrid. Después de un viaje a  Rochester (Minnesota), para someterse a mayores pruebas ante un posible diagnóstico de cáncer de pulmón, regresa a España para continuar con un tratamiento de reposo, que duró tres meses.

'Me comparaban con Mike (sic) Jagger y me preguntaban ¿usted lo conoce? Yo claro, yo lo conozco, les decía, pero ya que me comparan con un monstruo de esos, pues vale. Pero yo no puedo decir que soy un monstruo, eso lo tiene que decir el púlico (...) Esa es la anécdota, que yo a ese hombre, a Mike, no lo conozco, pero que no le he escuchado cantar ni nada, ¿me entiendes? Pero yo tuve que decir que sí porque si decía que no le conocía, no era plan. Pues dije que sí, que lo había escuchado pero que no tenía el gusto de conocerlo'. 


En mayo de 1992 anuncia la publicación del que sería su último disco, Potro de rabia y miel, en colaboración con Paco de Lucía, que además de tocar dirigió y realizó la producción del disco, y de Miquel Barceló, que realizó el dibujo que sirvió de portada. Para la VII Bienal de Arte Flamenco de Sevilla, que se iba a celebrar en el mes de septiembre de 1992, estaba previsto que el espectáculo inaugural fuera una mezcla de cante y toreo, que iba a correr a cargo de Camarón y Curro Romero en La Maestranza, pero la muerte sorprendería al cantaor cuando la grave afección pulmonar que padecía pudo con él. Se calcula que el día de su entierro, cincuenta mil personas se dieron cita en el cementerio de San Fernando, donde sus restos fueron enterrados en un mausoleo.

'A mí siempre me emocionó el cante de Manolo Caracol, pero me gustan mucho La Perla de Cádiz y la Repompa de Málaga. Siempre estoy escuchando, escarbando, tratando de sacar'.

La última actuación de Camarón de la Isla en el San Juan Evangelista, en 1992

Este viaje será un cariñoso acercamiento a la figura de Camarón, sobre todo a su cante. Para compartirlo con nosotros solo hay que hacerse con un billete para El Tranvía que recorrerá las ondas de Radio Villalba, el próximo domingo día 2 de julio entre las 19:30 y las 20:30, sintonizando el 107.4 FM, si te encuentras en la Sierra Norte madrileña. También lo puedes escuchar por medio de la red, entrando en este blog, pinchando el enlace de Radio Villalba en directo o, a través de los audios que subimos puntualmente a nuestro BOX.

¡¡¡Saludos hertzianos!!!