Un saludo para nuestros queridos tranviarios, una semana más aquí nos tenéis, dispuestos a sacar de cocheras El Tranvía que recorre, casi todos los domingos, las ondas de Radio Villalba. Y empezamos con noticias poco alentadoras:
La plantilla de trabajadores de la sanidad pública se contrae. Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, los actuales empleados de Sistema Nacional de Salud (SNS) son 28.496 menos que hace dos años. En enero de 2012, los trabajadores de las instituciones sanitarias públicas eran 505.185. En enero pasado, había 476.689, un 5,6% menos. Por cada 10 empleados que se jubilan, mueren o se dan de baja definitiva, solo entra uno. El último dato conocido supone un récord: la plantilla del SNS es la más exigua de los últimos cinco años, desde que existe esta estadística en el Ministerio de Hacienda. Las cuentas de la sanidad pública española han perdido casi 7.200 millones de euros. Buena parte de ese ahorro sale del personal y se ha notado en las listas de espera, que se disparan. En realidad la caída es mucho mayor, hace unos meses el sindicato CC OO elaboró su propio recuento teniendo en cuenta todas esas variables y con la Encuesta de Población Activa (EPA) como base, recogió que se habían perdido 53.000 empleos en la sanidad pública en dos años. Es probable que ese número ya se haya incrementado. Las plantillas actuales son insuficientes para mantener el trabajo, de ahí el aumento espectacular de las listas de espera. La situación ya está muy deteriorada, hay mucha sobrecarga asistencial, y se nota, donde había tres enfermeras para cubrir una planta, ahora hay dos.
La plantilla de trabajadores de la sanidad pública se contrae. Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, los actuales empleados de Sistema Nacional de Salud (SNS) son 28.496 menos que hace dos años. En enero de 2012, los trabajadores de las instituciones sanitarias públicas eran 505.185. En enero pasado, había 476.689, un 5,6% menos. Por cada 10 empleados que se jubilan, mueren o se dan de baja definitiva, solo entra uno. El último dato conocido supone un récord: la plantilla del SNS es la más exigua de los últimos cinco años, desde que existe esta estadística en el Ministerio de Hacienda. Las cuentas de la sanidad pública española han perdido casi 7.200 millones de euros. Buena parte de ese ahorro sale del personal y se ha notado en las listas de espera, que se disparan. En realidad la caída es mucho mayor, hace unos meses el sindicato CC OO elaboró su propio recuento teniendo en cuenta todas esas variables y con la Encuesta de Población Activa (EPA) como base, recogió que se habían perdido 53.000 empleos en la sanidad pública en dos años. Es probable que ese número ya se haya incrementado. Las plantillas actuales son insuficientes para mantener el trabajo, de ahí el aumento espectacular de las listas de espera. La situación ya está muy deteriorada, hay mucha sobrecarga asistencial, y se nota, donde había tres enfermeras para cubrir una planta, ahora hay dos.
La Marea Blanca contra los recortes en sanidad
Otra noticia desastrosa es la de que la enseñanza no universitaria en este país ha perdido 24.248 docentes en dos años. La evolución del número de profesores dependientes de las comunidades autónomas y del Ministerio de Educación hasta enero de este año evidencia una precarización de las plantillas, con una fuerte reducción de los funcionarios y un repunte del personal interino (funcionarios sin plaza fija), que son los que imparten clases con las peores jornadas y las condiciones salariales más bajas. En enero de 2012 había 510.579 docentes, que han quedado en 486.331 dos años después, lo que supone un 4,75% de descenso. El descenso de plantillas ha supuesto un aumento de las ratios (el número de alumnos por clase y profesor) y de la carga de trabajo de los docentes. Estos recortes obligan a los profesores a dar clases prácticamente magistrales en las que no pueden garantizar una atención personalizada a los alumnos. Este recorte atenta contra la igualdad de oportunidades en la escuela pública, porque los docentes no disponen de tiempo para reforzar las clases de Lengua o Matemáticas y disminuye el tiempo disponible para atender a aquellos que van más atrasados, además de un empeoramiento de las condiciones laborales del profesorado.
La Marea Verde contra los recortes en educación
Eso sí, para la banca y las grandes empresas, exenciones y ayudas a tutiplén sin condición alguna y mientras en algo somos líderes de la UE, en índices de pobreza y malnutrición infantil.
¿Qué tiene que ocurrir en este país para que la gente se levante contra tanta tropelía?
Esta semana pasada se cumplía una década del fallecimiento de Marlon Brando. Procedente del mundo del teatro, capturó la esencia del cine desde que lo apuntó una cámara. Su magnetismo era salvaje. Debutó con Fred Zinnemann en Hombres (1950), después vendrían Un tranvía llamado deseo (1951), ¡Viva Zapata! (1952) y La ley del silencio (1954) todas dirigidas por Elia Kazan. Esta última le proporcionó su la primera estatuilla. Con Arthur Penn, otro genio, rodaría La jauría humana (1966), un brutal alegato contra el racismo, la hipocresía y la corrupción, pero fue con El padrino con la que llegaría a consagrarse haciendo el papel de Don Vito Corleone. Francis Ford Coppola completaría una de las mejores películas de la historia, y regaló a Brando su segundo Oscar. Todavía nos sorprendería con el Paul de El último tango en París y el coronel Kurtz de Apocalypse Now, dos papeles de culto en sendas obras maestras. Murió a los ochenta años casi arruinado y deprimido por la condena de su hijo, quien se acabó suicidando por la muerte de Cheyenne, su medio hermana. Demasiados golpes para el mejor fajador. Le recordaremos en El Tranvía con una secuencia de El Padrino.
Marlon Brando en Un tranvía llamado deseo
Dueño de la voz más rota, 22 años después, José Monge Cruz, Camarón de la Isla, sigue alimentando el alma de payos y gitanos. Murió la mañana de un 2 de julio, tenía apenas 42 años. Camarón, el hijo de Juana la Canastera, el menor de ocho hermanos de una familia gitana, había nacido para las cosas grandes. Y por rubio, flacucho y blanco, se ganó desde pequeño el apodo: Camarón… Camarón de la Isla, topónimo que él mismo añadió años después a su nombre artístico en honor a San Fernando, donde nació un 5 de diciembre de 1950. Comenzó a cantar a los cinco años al pie de la fragua donde su padre hacía alcayatas gitanas, esa filigrana que decora los patios andaluces y que el propio Camarón vendía montando en una bicicleta. A los ocho ya acude a la Venta de Vargas, aquella taberna en la que comenzó su leyenda. Diez años más tarde, con apenas 18, llega a Madrid, al tablao de Torres Bermejas, donde coincide con el recientemente fallecido Paco de Lucía, guitarrista con el que grabaría nueve discos y que cambiaría por completo el flamenco.
Camarón de la Isla
Tras separarse de Paco de Lucía, graba en 1979 su décimo disco: La leyenda del tiempo, un álbum producido por Ricardo Pachón que espantó a los puristas y hoy es considerado una de las catedrales del flamenco no sólo por el propio cantaor sino por quienes le acompañaban: Tomatito, Raimundo y Rafael Amador, Kiko Veneno... No para de cantar, de viajar, de fumar. Y con la misma fuerza de los martillos de la fragua, Camarón se dio a las drogas. “Nunca se sintió una persona especial. Utilizaba la música como forma de vida. Cantaba y por eso le pagaban, pero nunca vivió como un personaje popular. Era un ser de pocas palabras para los desconocidos, siempre escondido tras su timidez, apasionado de su familia y entregado a su amigos. Cuando alguien se ganaba su confianza solía decir: Este es de nosotros”, cuenta La Chispa, su viuda, en el libro La Chispa de Camarón. La verdadera historia del mito contada por su viuda, en cuyas páginas Dolores Montoya cuenta cómo Camarón rechazó cantar para Mick Jagger en una fiesta privada durante una de sus visitas a Madrid. Se cumplen ya 22 años de la muerte de un hombre que tiene herederos pero no sustitutos; alguien cuya voz ha cautivado a generaciones de payos y gitanos. En este trayecto recordaremos a este gran artista escuchándole por bulerías.
Foto de Jean-Louis Durezt
Habrá música, cine y muchas cosas más que podrás disfrutar si sacas un billete para El Tranvía que recorrerá las ondas de Radio Villalba, el próximo domingo día 6 de julio entre las 19:30 y las 20:30, sintonizando el 107.4 FM, si te encuentras en la Sierra Norte madrileña, o, simultáneamente, entrando en nuestro Blog, a través de nuestro BOX donde todos los domingos subimos nuestros viajes.
¡¡¡Saludos hertzianos!!!
¡¡¡Saludos hertzianos!!!
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