“Rubén Darío, precursor del modernismo”
Una semana más, aquí nos tenéis,
engrasando la maquinaria de El Tranvía para nuestro viaje por las artes a
través de las ondas de Radio Villalba. Tendremos cuidado con lo que escribimos,
visto lo visto, si a unos pobres titiriteros los encarcelan por representar una obra de ficción, imaginaos
si hablamos de los problemas reales de este país, lo que nos puede ocurrir. Pero
no debemos preocuparnos, han quedado detenidas La bruja y don Cristóbal, los
títeres en cuestión, culpables de tamaño desaguisado. Queda vigente la frase se
Don Miguel de Unamuno:
“¡Qué país, qué paisaje y qué paisanaje!”
En fin, nosotros a lo nuestro, esta
semana celebramos el centenario de la muerte de uno de esos escritores y poetas
que innovaron en el mundo de las letras: Rubén Darío, precursor del Modernismo. Rubén García Sarmiento,
que así era como se llamaba, en unos momentos en que el idioma estaba en una
fase de decadencia, influido por los el avance de los escritores americanos y
los simbolistas franceses, trajo esa frescura y esa musicalidad a la rima y a
la prosa de su tiempo, con esas dos grandes obras, Azul de 1888 y sus Prosas
Profanas, que saldrían a la luz en 1896, y revolucionarían el panorama de las
letras.
Nacido en la pequeña localidad nicaragüense de
Metapa, en sus primeros años estudió con los jesuitas, a los que, a través de
sus versos, influido por Bécquer y por Victor Hugo, pondría en su lugar.
Después de viajar por varios países sudamericanos, desembarcó en La Coruña en
agosto de 1892 en su primer viaje a España, precedido de una celebridad que le
permitiría establecer relaciones con las figuras más destacadas de la política
y las artes españolas, José Zorrilla, Marcelino Menéndez Pelayo,… Tuvieron que pasar
diversos avatares, la muerte de su mujer, su alcoholismo desaforado,… para más
tarde recalar en París, iniciando un periplo (Italia, Inglaterra, Barcelona...)
donde escribe parte de su obra más reconocida: Cantos de vida y esperanza
(1905), El canto errante (1907), El poema de otoño (1910), El oro de Mallorca
(1913). En su regresó a España, en 1898, trabó amistad con Juan Ramón Jiménez,
Ramón del Valle-Inclán y Antonio Machado. Durante este periplo ejerció el
periodismo y la diplomacia, hasta que regresó a Nicaragua en 1916. Se instaló
en la ciudad de León donde falleció a causa de una dolencia pulmonar el 6 de
febrero de 1916.
Su prosa más elegante, aparte de en
Azul y en Los raros, podemos disfrutarla en Peregrinaciones (1901), La caravana
pasa (1902) o Tierras solares (1904). A El Tranvía llevaremos algunos de esos
escritos para recordar a uno de los
grandes de la Literatura Universal.
Rubén Darío |
Como siempre Ali Ciente y YoNi LoKato
nos regalaran con un buen ramillete de temas musicales, y además, seguimos con
nuestras Guitarras del jazz, en esta ocasión le llega el turno al guitarrista
tejano Herb Ellis, su salto a la fama fue debido a la participación en el Oscar
Peterson Trío entre 1953
y 1958, siendo, en la mayoría de las ocasiones, el único músico de raza blanca
en una época en la que el racismo campaba a sus anchas. Después de la reseña
con que nos regala Julián Llorente, le escucharemos interpretando en solitario,
y ya talludito, Blues for everyone, tema
compuesto por Ed Rashed.
Herb Ellis |
Todo ello si te subes a El Tranvía,
que el próximo domingo saldrá puntual de su parada inicial de Radio Villalba, a
las 19:30 h., y llegará a su final de recorrido a las 20:30 h. sintonizando el
107.4Fm o, simultáneamente, si entras en nuestro blog donde, gracias al BOX que
veis aquí al lado, puedes escuchar todos los trayectos.
¡¡¡Ser felices!!!
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