“La sombra de los peces: Ramón Sarmiento”
Una se mana más aquí nos tenéis,
puntuales en nuestra cita, dispuestos para un nuevo viaje por las ondas de
nuestra querida Radio Villalba con
nuestro lustroso Tranvía y con una
nueva propuesta para este trayecto. Para la ocasión tendremos el placer de
contar con un viajero como Ramón Sarmiento, compositor, poeta y músico sevillano,
cuya trayectoria comienza en los años setenta, cuando en Sevilla se abrían
nuevos cauces poéticos y musicales. En Sevilla crea el grupo K.K. de 1972 a
1975, (temas propios de música psicodélica, R&B, R&R… con letras en
español). Más tarde forma, junto a Maribel Quiñones (Martirio) y Juan Tacones, el grupo acústico Simbiosis, de
corto pero intenso recorrido, siempre con temas propios, con letras en español
y mezclando estilos literarios y musicales.
A partir de 2012 crea el grupo Tutankamón y las Esclavas de la Pasión, con
la participación, entre otros, de y Ali Ciente y YoNi LoKato , conductores de este
Tranvía, que se centra en la sátira social, con canciones escritas por Juan
Camaleón, críticas, divertidas y sarcásticas. En 2016 surge Camaleón, cuyo repertorio está
compuesto por sus temas más intimistas, no exentos de ritmo y segundas
lecturas. En sus canciones se combina la carga
poética de sus letras (con toques barrocos, surrealistas…, de autores como
Quevedo, Machado, Lorca, P. Eluard, entre otros) y el carácter de sus
composiciones, producto de la confluencia de estilos y formas diversas (jazz,
canto gregoriano, Rithm & Blues, música barroca, flamenco, Rock&Roll,
copla, psicodelia, música serial, etc.). Ha publicado dos libros de poemas,
Sonetos de Juan Camaleón, (Edición limitada. Sevilla 2016) y La sombra de los
peces (Libros del estraperlo, Ed. Wanceulen.
Sevilla 2017).
Ramón Sarmiento |
El motivo principal de la presencia de Ramón en El
Tranvía es la presentación de su poemario La sombra de los peces,
en cuyo prólogo, escrito por Paco
Infiesta, podemos leer:
“(…) Por eso asistimos entusiasmados
al trabajo de metaforización de la experiencia que Ramón sarmiento nos ofrece.
Por eso, además del cuerpo tensional y del cuerpo enamorado, encontramos en su
lectura ese cuerpo metaforizado que no es otra cosa que el corpus poético que
disfrutamos en la obra.
Toda la obra es un espléndido cuerpo
de metáforas transformando la experiencia biográfica en experiencia esencial,
en arte. (…)
(…) El mapa del deseo de Ramón
Sarmiento no es una carte du Tendre
ni una utopía. Por eso sus itinerarios nos conducen a descubrimientos
principales como los siguientes:
Sin otro no hay amor, pero el amor no
agota la experiencia del otro ni la de sí mismo. La palabra de amor no agota la
función de la palabra. Hay un adentro, y en algún rincón de ese adentro se
encuentra la palabra que nos deja vivos en medio del mundo. Una palabra fugaz,
finita, que responde a la necesidad del ser humano de la que hablábamos al
principio, de no agotarse en lo inmediato.
Lista para decirse, lista para oírse,
esa palabra es urgencia en el poeta.
Y así, restaurado por el amor y la
metáfora, el lobo solitario ya no cede al abismo.
Solo camino
Sin prisa. Sin compaña
Conmigo mismo
Sin prisas. Sin Compaña.
Solo y tranquilo.”
De este poemario, dividido cinco partes
y un hermoso prólogo, hablaremos con Ramón una buena parte de este viaje y escucharemos
dos de sus composiciones musicales, Mujer del grupo Camaleón y Esperando a
Godot de Tutankamón y las Esclavas de la Pasión.
En este trayecto contaremos con la
presencia de Paco Espinosa y su Pista Dos que, como es habitual, nos reseñara
un libro y un disco. El apartado literario viene de la mano de Leonard Gardner
y con su única novela, hasta la fecha, Fat City. Escrita en 1969, esta obra de
culto desmitifica por completo el mundo del boxeo. En Stockton, ciudad de
California, un veterano púgil en decadencia, que sobrevive trabajando como
jornalero agrícola, conoce a un muchacho que quiere ser boxeador y se lo
recomienda a su antiguo mánager, otro perdedor. Gardner recrea sus andanzas con
una manera de narrar nerviosa, con fibra, tan rápida y concisa como un buen gancho de derecha.
Leonard Gardner |
Una prosa que
hacia la mitad del libro da un giro, cuando se traslada desde los gimnasios a
los invernaderos, el único escenario alternativo para estos aspirantes a
boxeador, donde se dejan el físico en peonadas de sol a sol sin saber si al día
siguiente volverán a ser contratados. Es ahí cuando aparece, con nitidez, la
sombra de otro John Steinbeck, y sus Uvas de la ira, y el lector acaba de
convencerse de que Fat City es cualquier cosa menos un libro más sobre boxeo. Paco nos recomienda su lectura de cara
a las próximas navidades: la calidez y la humanidad que despiden sus páginas
pueden ser un estupendo antídoto contra el frío que se nos viene encima. El
libro ha sido recientemente reeditado por la editorial Underwood y tiene una
versión cinematográfica del año 1972 a cargo de John Huston y con un reparto
encabezado por Stacy Keach, Jeff Bridges y Susan Tyrrell.
En el apartado musical Paco nos reseña
Ese día piensa en mí de Los Suaves, esa
banda que rendía culto constantemente a Thin Lizzy, que en España nunca dejaron
de ser un grupo de culto. Venían de la periferia, concretamente de Orense,
lejísimos del Madrid de "las movidas", para rematar la jugada, su cantante, Yosi,
pese a su aspecto súper macarra, era policía nacional, de los de la época. Y
sin embargo triunfaron, gracias a trabajos tan rotundos como Ese día piensa en
mí. Sus concesiones al punk o a cierto clasicismo rock les hacían llegar a
públicos muy diversos, llegando a telonear en las plazas del norte a bandas tan
dispares como los Stones, Iron Maiden o los Ramones.
Ese día piensa en mí sale en 1988, es el tercer trabajo de su discografía y es el último en contar con la guitarra solista
de Hermes Alogo, un negro guineano que
iba sobrado de técnica y buen gusto. En sus nueve cortes, hay de todo:
canciones divertidas, como Sólo pienso en dormir, baladas feroces, Nena, te voy
a dejar, himnos pensados especialmente para ser coreados por el público, No
puedo dejar el rock y en general piezas
que superan el notable alto, como Buen suceso, con un tono derrotista y un
estribillo de los que te hacen pensar: “Buen suceso, fin del camino a las
estrellas. ¿Qué haremos con las guitarras si matan el rock,n,roll?". Con todo,
el tema estrella es Dolores se llamaba Lola, a la postre su mayor éxito, es un
magnífico ejemplo de cómo se puede
hablar de lo de siempre sin caer en tópicos ni repeticiones. Rock cañero y
simple, punteos vertiginosos y letra rotunda.
Con las lecturas de Ali Ciente y YoNi
LoKato, y un pequeño homenaje al músico y poeta recientemente fallecido, Daniel
Viglietti, en forma de canción, Comienzo el día, redondeamos El Tranvía que, si
lo queréis compartir con nosotros, sólo tenéis que sintonizar el 107.4 FM de Radio Villalba
entre las 19:30 h. y las 20:30 h., si os encontráis en la sierra norte
madrileña. Para viajar con El Tranvía en cualquier parte de la Galaxia podéis entrar en
nuestro blog y pinchar el enlace Radio Villalba en directo. También podéis viajar en cualquier momento a través de los audios que subimos puntualmente
al box que encontraréis a vuestra izquierda. Sin más:
¡¡¡Fuertes saludos hertzianos!!!
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